lunes, diciembre 25, 2006

Donde quiera que estés

Donde quiera que estés, se que estás a mi lado.

Lo que más lamento es no haberte dicho nunca que te quería. En realidad supongo que cuando era pequeño si te lo dije, pero no lo recuerdo. En cambio, si recuerdo las veces que me dabas a leer tus versos para que te diera mi opinión y apenas les echaba un vistazo y te decía un "están bien" sin entusiasmo. O cuando intentabas mantener una conversación conmigo y yo te respondía con monosílabos para quitarte las ganas. O las ocasiones en que te di una mala respuesta cuando solo intentabas ayudarme o interesarte por mis cosas.

Creo que solo comencé a entenderte a partir de que me casé. Fui comprendiendo tus silencios, tus enfados y tus agobios. Fui comprendiendo lo difícil que es ser padre y esposo y lo que a veces cansan los hijos. Y me di cuenta de lo mucho que me querías y el esfuerzo que hiciste por recuperarme cuando me creías perdido.

Hoy, que hace diez años que te fuiste, quiero que sepas que nunca me perdiste, que siempre te quise y que te echo mucho de menos, papá, donde quiera que estés.

Sevilla, Diciembre de 2006

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo sé que mis hijos me quieren aunque no me lo digan. En cualquier caso, ya se lo has dicho hoy, así que dicho queda y é lo sabe seguro.

:-))

Anónimo dijo...

Joe, si supieras lo mucho que te entiendo. Malditas sean las cosas que quise decirle y no pude. Hace unos trece años que una asociación de microorganismos y cosas invisibles a nuestros ojos, fueron capaces de arrastrarle y llevarle en volandas a ese sitio tan fantástico. Bueno, digo yo que debe ser fantástico, porque nadie quiere volver de allí.

Y hay tantas cosas que se entienden con el barniz del tiempo...

"Porque soy tu padre"
"Porque es mejor, aunque no lo entiendas"

Esas cosas y otras mejores que sin duda, hay que decir más. Qué poco tiempo le disfruté, que apenas si es un recuerdo borroso.

Recibe un saludo de esta paseante.

Anónimo dijo...

desearia que mis hijos tuvieran el mismo sentimiento que tu reflejas,por mi, el dia que les falte.
yo lo recibire desde donde esté al igual que recibira tu padre
este bonito mensaje.

mia dijo...

Ya descansaste suficiente???... yo creo que ya debes estar en condicones de "seguir contando" :)

Eresko dijo...

Querido hijo,
Recuerdo cuando naciste. Fué el día más feliz de mi vida. Comprendí que eras parte de mi y que siempre te querría.
Recuerdo la primera vez que dijiste papá para decir te quiero.
Recuerdo tus gestos, tus llantos, tus risas y tus anhelos.
Querido hijo, quiero que recuerdes que te quiero.

Sé que llega tarde, pero acabo de entrar por primera vez a tu página y me ha encantado la carta.

Un saludo

fiorella dijo...

Que bueno leer lo que escribìs de tu padre!,cuando entendemos todo lo que tu entendiste ,todo ese mundo de contradicciones que a veces nos resultan nuestros padres,se nos revela como algo maravilloso en nosotros y ellos pasan a ocupar el lugar debido dentro nuestro.Un beso desde Montevideo-Uruguay

Cripto dijo...

El alma no existe, dudo de que existámos nosotros, dudo de que existan tus palabras y las mías...

Un saludo

Leandra dijo...

Realmente me ha llegado lo que escribiste. Tengo la fortuna de aun tener a mis padres a mi lado, pero experimente algo muy similar frente a la muerte de mi abuelo. Que cosa horrible las palabras no dichas, no? Pero con el tiempo he llegado a creer que el lo sabía aunque no se lo dijera. Espero que haya cosas que burlen a las palabras. Me gusta mucho lo que escribes, voy a visitarte de vez en cuando.

Isabel Barceló Chico dijo...

Es muy duro pensar que no hemos sabido comprender suficientemente a nuestros familiares mientras han estado con nosotros. Por eso creo que debemos procurar actuar pensando en que alguna vez los perderemos y nos gustaría haberles hecho sentir cuánto los queremos. De todos modos, creo que tu padre sabía de tu afecto. Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Cuando vivimos la paternidad/maternidad nos cubre un suave velo de responsabilidad, que no se ve aparentemente, pero que va con nosotros hasta la muerte.
Me acompaña la callada preocupación constante por el futuro,.. y el presente,... y el pasado, tambien, ... de lo que va acompañando a nuestr@s hij@s en su devenir cotidiano.
Me preocupa no encontrar los márgenes del finísimo límite entre cuidar, proteger, y a la vez no axfisiar, dar confianza, alas para que emprendan su vuelo autónomo.
Y si descubres algún problema en alguno de tus hij@s, el dolor y alguna lágrima reprimida, serán tu equipaje escondido en la maleta junto con la esperanza y la lucha por ofecerle un mundo más humano en el cada quién tenga cabida tal y como es. En el que la palabra ACEPTACIÓN sea una más.
Sigue escribiendo, José Félix.

mia dijo...

Jueves 3 de enero de 2008... con algo de retraso te digo... ¡¡Feliz Año!!, a pesar de tu ausencia, y por si acaso... yo sigo viniendo :)

Javier Merchante dijo...

Me trajo mis propios recuerdos. Se me nublaron los ojos. Hermoso.