El escritor y la panadera tienen un asunto de amor. El la observa desde el café y compone historias que hablan de mujeres que siempre se parecen a ella. Y ella, afanada entre harinas y levaduras, piensa en él y sus panes enamoran a todo el que los prueba. A veces, cuando creen que nadie los ve, se hablan, se miran, se tocan, se ríen, se besan. Y todo el mercado simula, discreto, desconocer que el escritor y la panadera tienen un enredo de amor.
Sevilla, Diciembre de 2012
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