La motocicleta continuó trastabillando unos metros más, hasta que cayó al suelo suavemente, casi en cámara lenta. El permaneció unos segundos colgado del primer rayo de sol de la mañana preguntándose qué había ocurrido. Aún tuvo tiempo para pensar en los hijos que nunca tendría con Christine, antes de que repentinamente la noche lo cubriera todo.
Sevilla, Diciembre de 2012
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