Ya no quiero verte.
No necesito tu tristeza
vital, tu desamparo sentimental.
Tu egoísmo escondido
tras una imagen falaz de niña desvalida.
Quédate con tus sueños
incumplidos e imposibles,
con tu falta de valor para afrontar la vida,
con tu miedo a ser normal,
que te impide vivir en paz.
Rómpete por la mitad y
escóndete en el placer
del sufrimiento,
refúgiate en ese dolor
que te hace creer tan especial.
Clávate en tu cruz
y desángrate de soledad y de miedo,
y te veré impasible quedar exangüe.
Sí, mariposa carnívora,
te veré impasible quedar exangüe.
Cava tu tumba cada dia
pero no me pidas que me entierre
contigo.
Ya no me pidas más que me entierre contigo.
Sevilla, Diciembre de 2012
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