La mercancía tenía que salir urgentemente para China. Un avión accidentado en Shanghai necesitaba el repuesto y la compañía aérea no podía aguantar más. Doscientos pasajeros se deseperaban en la terminal, y Anselmo, que se había convertido en su portavoz, exigía a gritos una solución. ¡Quería llegar cuanto antes a casa para conocer a su nieto!.
Mario y Laura salían del hospital con su bebé, cuando los arrolló un camión de transporte urgente. Doscientos pasajeros tendrían que pasar otra noche en el aeropuerto. Y Anselmo ya no quería volver a casa.
Sevilla, Diciembre de 2004
miércoles, diciembre 29, 2004
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