Hola, Blanca:
...O Blanquita, aunque a mí siempre me ha gustado mucho más Blanca. Es como más rotundo.
El otro día me preguntabas cómo te tenía puesta en el Messenger. Ya lo sabes: Tirante. Tenía que mantenerte en mi lista y que no apareciera tu nombre, por los motivos que ya sabes y que ahora no vienen al caso.
Siempre me gustó ese libro, Tirant lo Blanc. No realmente el libro, que apenas lo he hojeado, sino el título. A veces, el catalán, o en este caso el valenciano, suena mejor que el castellano. Y del caballero Tirante el Blanco –apodado así por el color de su armadura y por llevar un escudo sin insignia, ya que salió a sus andanzas de caballero para ganarla en justa lid- se me ocurrió ponerte Tirante. De hecho, en el Messenger creo que no te reconocería con otro nombre que no fuera ese, hace ya tanto que te tengo así en mi lista.
Te envío estas rosas por varios motivos. El principal, porque hace mucho tiempo que tenía ganas de hacerlo y ahora sé que no te van a molestar cuando las recibas. Muchas veces he deseado mandártelas, pero temía que no fueran bien recibidas. La otra razón es que no sé cuándo te mudas a tu nueva casa, y temo que si espero a tu cumpleaños, no las recibas personalmente.
Espero que te gusten. Lo creas o no, te las envío con todo el cariño, con todo el amor que te tengo. Se que el tiempo no pasa en balde, pero cada vez que nos encontramos por la red, siento esas mariposas en el estómago de que tanto habla la gente.
Algo especial debes tener para que después de tanto tiempo, me parezca que fue ayer mismo la ultima vez que nos vimos. Ya ves, no soy capaz de ocultar ni de disimular lo que siento por ti, y bueno... Simplemente, no puedo luchar contra eso.
Con estas flores van muchos besos, muchos abrazos y muchos “te quiero”. Van un montón de sonrisas y de miradas cómplices. Y sobre todo, va lo más bonito que he sentido nunca por nadie. De ti, solo espero que te gusten y que aunque no sientas lo mismo por mí, sientas al menos el cariño con que te las envío, que es mucho.
Un beso muy fuerte.
Sevilla, Agosto de 2005
martes, agosto 02, 2005
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3 comentarios:
Ser corredor de fondo es genial, siempre y cuando sepas qué meta quieres conquistar... Porque correr y correr para llegar al lugar equivocado debe de ser jodido...
Me gusta como escribes y aunque yo no sea Clara ni me hayas mandado nunca flores... también te mando un beso (a ver si así dejas de meterte con mi ropa o me regalas algo de Loewe ;-P)
;-))
Muy bien escrito, sí señor.
Un saludo.
Mira que entro veces a ver si nos has sorprendido con algo nuevo... pero, nos tienes abandonados desde agosto...
Será la próxima vez que entre cuando me encuentre la primicia ;-)
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