No necesito dedicártelo. Tu ya sabes que es para ti.
A veces una palabra, una música, una canción, un olor, adquieren un significado especial, solo conocido para nosotros, que remueve nuestro interior.
Siempre que oigo la flauta del afilador, vuelven imágenes de un lejano verano, sentado en el balcón de casa junto a mi hermano, con los pies colgando, viendo pasar a la gente debajo nuestra, en la calle.
El olor a vino y vinagre rancios, me trae a la memoria los personajes que paraban en la bodega que había enfrente de casa. Todas las mañanas, "Escaleras", el vendedor de lotería, llegaba en su bicicleta, a la que iban atadas sus muletas, y entraba cojeando en el local. Con su boina oscura y sus patillas de hacha nos parecía un pirata de los de buen corazón, y cuando nos veía asomados al balcón siempre saludaba con su vozarrón aguardentoso. A nosotros nos daba un poco de miedo y nos fascinaba a la vez.
"Serendipity" es una de esas palabras que desde ahora significará algo especial para mi y tal vez, también para ti.
Me traerá tu olor, tu tacto, el color de tus cabellos, la sorprendente suavidad de tu piel, tu fascinante inteligencia, tu brutal honestidad, tu sinceridad a veces dolorosa y tus risas y tus lágrimas.
Sentiré de nuevo la paz que se respira en tu casa, las sabanas tendidas al viento en el jardín, con su olor a limpio, y tu cocina y la silla donde me sentaba a desayunar contigo.
Recordaré tu álbum de fotos, algunas ya desvaídas, y como sentí al verlas que me abrías una parte de tu corazón.
Te recordaré y sin querer, como ahora cuando escribo, una sonrisa aparecerá en mis labios.
Sevilla, Agosto de 2008
(*) Serendipidad (del Inglés Serendipity).
1. Facultad de hacer descubrimientos afortunados por accidente.
2. Sucesión de casualidades que concluyen, de manera inesperada, en un resultado afortunado.
[De los personajes del relato Persa "Los Tres Príncipes de Serendip", que hicieron tales descubrimientos en la persa Serendip, hoy Sri Lanka (Ceilán)].
A veces una palabra, una música, una canción, un olor, adquieren un significado especial, solo conocido para nosotros, que remueve nuestro interior.
Siempre que oigo la flauta del afilador, vuelven imágenes de un lejano verano, sentado en el balcón de casa junto a mi hermano, con los pies colgando, viendo pasar a la gente debajo nuestra, en la calle.
El olor a vino y vinagre rancios, me trae a la memoria los personajes que paraban en la bodega que había enfrente de casa. Todas las mañanas, "Escaleras", el vendedor de lotería, llegaba en su bicicleta, a la que iban atadas sus muletas, y entraba cojeando en el local. Con su boina oscura y sus patillas de hacha nos parecía un pirata de los de buen corazón, y cuando nos veía asomados al balcón siempre saludaba con su vozarrón aguardentoso. A nosotros nos daba un poco de miedo y nos fascinaba a la vez.
"Serendipity" es una de esas palabras que desde ahora significará algo especial para mi y tal vez, también para ti.
Me traerá tu olor, tu tacto, el color de tus cabellos, la sorprendente suavidad de tu piel, tu fascinante inteligencia, tu brutal honestidad, tu sinceridad a veces dolorosa y tus risas y tus lágrimas.
Sentiré de nuevo la paz que se respira en tu casa, las sabanas tendidas al viento en el jardín, con su olor a limpio, y tu cocina y la silla donde me sentaba a desayunar contigo.
Recordaré tu álbum de fotos, algunas ya desvaídas, y como sentí al verlas que me abrías una parte de tu corazón.
Te recordaré y sin querer, como ahora cuando escribo, una sonrisa aparecerá en mis labios.
Sevilla, Agosto de 2008
(*) Serendipidad (del Inglés Serendipity).
1. Facultad de hacer descubrimientos afortunados por accidente.
2. Sucesión de casualidades que concluyen, de manera inesperada, en un resultado afortunado.
[De los personajes del relato Persa "Los Tres Príncipes de Serendip", que hicieron tales descubrimientos en la persa Serendip, hoy Sri Lanka (Ceilán)].
3 comentarios:
¿Puede alguien sentirse una muesca más en la pata de tu blog?
Espera, que ya contesto yo: Sí.
Encara que no sigui jo de qui escrius, avui et recordo. Fa anys et vaig dir que semblaves el Roberto Benigni. Ara penso, però, que més aviat és el noi de Chambao, molt més bonic.
Es una lástima que no te prodigues más, aunque siempre te noto melancólico, por cierto a mí también me daba miedo "Escaleras".
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