Para Fernando y Carmen María.
La dejó en la cama, dormida. Desde la calle llegaban apagados los últimos ecos del Carnaval. Se acercó a la ventana y se volvió hacia ella. Venecia amanecía y un rayo de luz iluminó su cara unos segundos sin despertarla. Desnuda entre las sabanas revueltas, estaba bellísima.
Una lagrima escapó de sus ojos mientras se prometía amarla y quererla y protegerla siempre. Cuando volvió a la cama, su último pensamiento antes de quedarse dormido, fué para ella.
Sevilla, Febrero de 2008
La dejó en la cama, dormida. Desde la calle llegaban apagados los últimos ecos del Carnaval. Se acercó a la ventana y se volvió hacia ella. Venecia amanecía y un rayo de luz iluminó su cara unos segundos sin despertarla. Desnuda entre las sabanas revueltas, estaba bellísima.
Una lagrima escapó de sus ojos mientras se prometía amarla y quererla y protegerla siempre. Cuando volvió a la cama, su último pensamiento antes de quedarse dormido, fué para ella.
Sevilla, Febrero de 2008