En Lisboa, en la noche de San Antonio es costumbre entre los enamorados regalar a su amada el manjerico, que es una variedad de albahaca originaria de la India, de hojas pequeñas y redondeadas que forman una bóveda verde sobre el potecillo que las contiene. Entre las hojas del manjerico se clava una banderita de papel donde se suele escribir un breve poema de amor.
Hoy es San Antonio y aunque no estemos aún en Lisboa, ahí tienes mi manjerico, como prueba del amor que va creciendo cada día dentro de mí desde que te conocí.
Llegaste a final de Abril,
inesperada como una flor tardía.
Llenaste de perfume mis días
Llenaste de perfume mis días
y de pasión todas mis noches.
Cuando ya desesperaba
de encontrarte
has invadido mi vida,
has invadido mi vida,
mi casa y mis sueños.
Conquistadora de corazones,
me has puesto del revés
y ya no quiero que nada sea
como antes de encontrarme contigo.
Desde que llegaste, Mónica,
tu nombre esta grabado
tu nombre esta grabado
en todo lo que hago,
en todo lo que pienso, en todo lo que escribo.
en todo lo que pienso, en todo lo que escribo.
Reina de mi corazón
cúrcuma, sal y canela,
suave brisa del sur,
pasión sin pausa ni fecha.
Madre de una diosa antigua,
hija del fuego y del mar,
no encuentro palabras ni versos
para gritar al mundo todo lo que te quiero.
Sevilla, Junio de 2017
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